viernes, 6 de enero de 2012

Te fuiste.

Tarde. Porque ya te fuiste. Duele más cuando la gente a la que le importas te dice que no sigas, que no sigas con eso que te va a hacer daño pero te ciegas y sigues adelante, soñando que todo sea como antes y en el momento de tu gran felicidad hay una gran frase que marca tu vida, en la que dice que ambos deberías pasar pagina porque ya no funciona y tu te preguntas... ¿el que no funciona? ¿El que te estuve esperando durante meses o el que jugaste conmigo cuando decías que aun sentías algo? Venga; ahora si que se acabó. Una vez dije que nada es para siempre y se lo dije a esa persona, pues ahora, sabe perfectamente que en ese momento no mentía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario